Friday, December 23, 2005
Jesse's Completely Subjective "Best of 2005"
Nunca he entendido por qué la mayor parte de las revistas publican sus listas de "Lo mejor de..." casi seis semanas antes de que termine un año dado. Asumiendo que durante la última semana del 2005 no descubriré un disco que luego considere de lo mejor del año, del lunes al viernes iré publicando diariamente comentarios acerca de dos discos hasta completar mis 10 favoritos del año. Mientras tanto les cuento un poco acerca de los que no han logrado entrar en mi top ten.
He ido preparando la lista de candidatos durante todo el año, y me he sorprendido con lo que parece ser una lista bastante extensa de discos que he disfrutado--o han significado--mucho este año. Uno que merece mención especial es el último de U2. A pesar de haberlo escuchado hasta el cansancio (sin haberme cansado) por varios meses a principios de este año, y de haber sido la banda sonora de mi vida en esos meses de tantos extremos emocionales, no lo he puesto entre los 10 mejores de este año porque... no sé por qué. Podría decir que porque salió en el 2004, pero estas listas no son de del año de publicación, sino del año en el que los he absorbido. Quizás sea porque lo asocie una etapa anterior de mi historia. No sé. Pero quiero enfatizar que, aunque U2 haya producido tres o más discos mejores que éste en el pasado, éste está muy lejos de ser un disco decepcionante. Sus conciertos, eso sí, parecen mejorar con el tiempo, al ir abandonando los excesos a favor de lo efectivo.
Coldplay nos dio X&Y. "Fix You" tiene que ser una de las peores, más sosas y más aburridas canción que han escrito, pero "Talk", construída alrededor de una antigua melodía de Kraftwerk, y "Low", con ayuda de Brian Eno, está entre lo mejor que han hecho. "Square One", "White Shadows", "Speed of Sound", "X&Y" y "A Message" no están mal tampoco. Esperemos que en el futuro pierdan el miedo a perseguir sus inquietudes musicales y dejen de producir canciones en serie, como "Fix You" o "What If".
De manera casi desapercibida, Robert Plant, junto a su nuevo grupo, The Strange Sensations, hizo un álbum sorprendentemente bueno, Mighty Rearranger. Si no sabes quién es Robert Plant, es muy probable que nunca te ha gustado Led Zeppelin y puedas continuar tu vida tranquilamente, pero si eres de los que periódicamente tiene que "sacar el plomo" ("Let the Led out"), este álbum es un estímulo revitalizante para tu mente rockera.
Otro disco que me sorprendió, pero es también "sólo para fans", es Switch, el nuevo de INXS. Por fans me refiero a aquellos que difrutábamos los discos que publicaron a través de los noventas, no a los que les parecieron chidos los éxitos que tuvieron en los ochentas. (Si te parece patético ser fan de INXS a estas alturas, sólo bríncate el resto de este párrafo, pero no asumas que el resto de esta nota será igual de deprimente.) Luego de sufrir una tremenda desilusión hace un par de años al ver a INXS una noche en el programa de Adal Ramones, no creí que pudieran caer más bajo... hasta que me enteré de su reality show en busca de un cantante nuevo. No vi un sólo episodio... y aunque tuviera una televisión, no lo habría hecho tampoco. Pero parece que el truco les resultó en la obtención de un cantante casi tan bueno como Michael Hutchence, pero más importante aún, que congenia con el estilo de la banda (no como el gordo en el programa de Adal). Encima de un conjunto de canciones robustas (algo "comerciales", sí, pero eso no las hace automáticamente despreciables), hay guiños emotivos por todos lados, como las referencias líricas a Hutchence o la inclusión en varios tracks de una de las finalistas del reality show... reforzando la sensación de que este es un proyecto en el que todos ganan (¿ganamos?).
Otros de mis discos favoritos de este año fue Set Yourself on Fire, de Stars, un grupo de Montreal que combina melodías dulces con letras ácidas, arreglos orquestrales con bases sintéticas, y harmoniza voces masculinas con femeninas para crear lo que pareciera un pop independiente perfecto, de no ser por su actitud e ideología punk (que no estoy criticando... sólo que no les facilita el ser más populares.) También Deadwing, de Porcupine Tree, que aunque prosiguen sus avances hacia terrenos más habitados por los aficionados al metal, siguen proveyéndonos de elaboradas composiciones para cuando queremos ejercitar nuestro cerebro a través del oído--y disfrutar al hacerlo.
Sigur Rós publicó Takk, más orquestral y melodioso que sus discos anteriores, y quizás por ello, no me gustó tanto. Boards of Canada sacó The Campfire Headphase, también desplazándose hacia la inclusión de más sonidos naturales (como los producidos por un instrumento llamado "guitarra"), pero con resultados más aproximados a sus excelentes discos anteriores. Ochre recopiló en A Midsummer Nice Dream, una colección de canciones grabadas a través de varios años, y curiosamente logró uno de los discos electrónicos más coherentes que conozco. (Este año también conocí The Amateur View, de To Rococo Rot, un disco del '99, pero bastante recomendable para los fans del IDM y/o el post-rock.)
Uno de mis grupos favoritos de música electrónica (pero en el campo del dance/progressive house) es Leftfield, que se desintegró hace cinco años, después de editar sólo dos discos. Este año publicaron A Final Hit, una colección de "grandes éxitos", que vale mucho la pena porque la mitad del disco son canciones que editaron sólo como sencillos o para soundtracks (creo que todas las películas de Danny Boyle llevan un track de ellos.) Otro disco que ocupó un lugar importante en mi playlist allá por abril y mayo fue Blue Skied An' Clear, un recopilatorio del 2002 de la disquera alemana Morr Music con dos CDs, uno con covers de Slowdive y el otro una especie de muestrario de sus artistas.
Daniel Lanois editó Belladonna, su primer disco instrumental, que muchos críticos calificaron como su mejor disco hasta ahora, pero a mí no me convenció tanto, quizás porque no soy fan de las guitarras de pedal, bastante presentes en este disco. Parte de este disco se grabó en México, y de repente se dejan ver influencias en vientos mariachiosos o temas llamados "Oaxaca". Otro disco con este mismo rollo de guitarras ambientales pero con matices latinoamericanos más pronunciados que escuché muchas veces este año (vale, casi siempre mientras hacía otras cosas, particularmente aquellas que demandaran algo de concentración) fue el soundtrack de The Motorcycle Diaries, del argentino Gustavo Santaolalla, a quien yo sólo conocía por sus colaboraciones con Café Tacuba.
Antes de pasar a listar los discos que anticipaba y en mayor o menor grado resultaron decepcionantes, listo aquellos que he estado escuchando pero aún no he determinado si seguiré escuchando en el futuro; discos que no están mal, pero tampoco me parecieron sobresalientes... ¡aunque luego puedo cambiar de opinión! Hotel, de Moby; Road to Rouen, de Supergrass; Get Behind Me, Satan, de The White Stripes; I'm Wide Awake, It's Morning de Bright Eyes; Gimme Fiction, de Spoon; Z, de My Morning Jacket; y el debut de The Magic Numbers.
Hubo una buena cantidad de discos de artistas que en el pasado han sido importantes para mí, pero que este año no han estado a la altura. Playing the Angel, de Depeche Mode, que a pesar de tener un single bastante rescatable en "Precious", el resto nunca me enganchó. Con Supernature, a Goldfrapp parece habérsele apagado la flama creativa tras tan sólo dos discos, atascándose en el sonido de su segundo álbum, pero sin los hits. Röyksopp produjo The Understanding, una colección de canciones euro-pop bastante estándares (no podía creer que eran los mismos de Melody AM, que debe ser uno de los discos que más he escuchado y que sigue sin aburrirme.) Uno creería que Enya, que como relojito saca un disco cada cinco años, haría algo novedoso con tanto tiempo entre albums. Elbow y Starsailor publicaron sus terceros álbumes, Leaders of the Free World y On the Outside, respectivamente, y en ambos casos, es casi como si no los hubieran hecho; los compré sólo porque sus óperas primas me parecieron tan buenas que les sigo teniendo fe, pero cada disco subsecuente ha sido peor que el anterior, al grado que estos entran por una oreja y salen por la otra. Más triste aún es el caso de The Tears, la esperada reunión del ex-vocalista y el ex-guitarrista de Suede. He escuchado su álbum varias veces con la intención de que me guste, pero no lo he logrado, no sé si es por la producción (muy aguda, difícil de soportar de manera sostenida y ahogando las melodías) o porque me deprime un poco que a esta edad, con esta experiencia, sigan cantando acerca de los mismos temas adolescentes de hace 15 años, y encima, Brett Anderson parezca de verdad creer que lo está haciendo de manera poética cuando el resultado es tan cacfónicamente prosáico. Finalmente, el disco nuevo de Oasis... no puedo decir que me haya decepcionado, porque ya no espero mucho de ellos, pero me llamó la atención que hubo dos canciones que me parecieron bastante decentes, sólo para descubrir después que son composiciones del guitarrista recién contratado por la banda.
Como referencia, aquí van mis discos favoritos de los pasados tres años:
Próximo lunes, números 10 y 9 del 2005...
He ido preparando la lista de candidatos durante todo el año, y me he sorprendido con lo que parece ser una lista bastante extensa de discos que he disfrutado--o han significado--mucho este año. Uno que merece mención especial es el último de U2. A pesar de haberlo escuchado hasta el cansancio (sin haberme cansado) por varios meses a principios de este año, y de haber sido la banda sonora de mi vida en esos meses de tantos extremos emocionales, no lo he puesto entre los 10 mejores de este año porque... no sé por qué. Podría decir que porque salió en el 2004, pero estas listas no son de del año de publicación, sino del año en el que los he absorbido. Quizás sea porque lo asocie una etapa anterior de mi historia. No sé. Pero quiero enfatizar que, aunque U2 haya producido tres o más discos mejores que éste en el pasado, éste está muy lejos de ser un disco decepcionante. Sus conciertos, eso sí, parecen mejorar con el tiempo, al ir abandonando los excesos a favor de lo efectivo.
Coldplay nos dio X&Y. "Fix You" tiene que ser una de las peores, más sosas y más aburridas canción que han escrito, pero "Talk", construída alrededor de una antigua melodía de Kraftwerk, y "Low", con ayuda de Brian Eno, está entre lo mejor que han hecho. "Square One", "White Shadows", "Speed of Sound", "X&Y" y "A Message" no están mal tampoco. Esperemos que en el futuro pierdan el miedo a perseguir sus inquietudes musicales y dejen de producir canciones en serie, como "Fix You" o "What If".
De manera casi desapercibida, Robert Plant, junto a su nuevo grupo, The Strange Sensations, hizo un álbum sorprendentemente bueno, Mighty Rearranger. Si no sabes quién es Robert Plant, es muy probable que nunca te ha gustado Led Zeppelin y puedas continuar tu vida tranquilamente, pero si eres de los que periódicamente tiene que "sacar el plomo" ("Let the Led out"), este álbum es un estímulo revitalizante para tu mente rockera.
Otro disco que me sorprendió, pero es también "sólo para fans", es Switch, el nuevo de INXS. Por fans me refiero a aquellos que difrutábamos los discos que publicaron a través de los noventas, no a los que les parecieron chidos los éxitos que tuvieron en los ochentas. (Si te parece patético ser fan de INXS a estas alturas, sólo bríncate el resto de este párrafo, pero no asumas que el resto de esta nota será igual de deprimente.) Luego de sufrir una tremenda desilusión hace un par de años al ver a INXS una noche en el programa de Adal Ramones, no creí que pudieran caer más bajo... hasta que me enteré de su reality show en busca de un cantante nuevo. No vi un sólo episodio... y aunque tuviera una televisión, no lo habría hecho tampoco. Pero parece que el truco les resultó en la obtención de un cantante casi tan bueno como Michael Hutchence, pero más importante aún, que congenia con el estilo de la banda (no como el gordo en el programa de Adal). Encima de un conjunto de canciones robustas (algo "comerciales", sí, pero eso no las hace automáticamente despreciables), hay guiños emotivos por todos lados, como las referencias líricas a Hutchence o la inclusión en varios tracks de una de las finalistas del reality show... reforzando la sensación de que este es un proyecto en el que todos ganan (¿ganamos?).
Otros de mis discos favoritos de este año fue Set Yourself on Fire, de Stars, un grupo de Montreal que combina melodías dulces con letras ácidas, arreglos orquestrales con bases sintéticas, y harmoniza voces masculinas con femeninas para crear lo que pareciera un pop independiente perfecto, de no ser por su actitud e ideología punk (que no estoy criticando... sólo que no les facilita el ser más populares.) También Deadwing, de Porcupine Tree, que aunque prosiguen sus avances hacia terrenos más habitados por los aficionados al metal, siguen proveyéndonos de elaboradas composiciones para cuando queremos ejercitar nuestro cerebro a través del oído--y disfrutar al hacerlo.
Sigur Rós publicó Takk, más orquestral y melodioso que sus discos anteriores, y quizás por ello, no me gustó tanto. Boards of Canada sacó The Campfire Headphase, también desplazándose hacia la inclusión de más sonidos naturales (como los producidos por un instrumento llamado "guitarra"), pero con resultados más aproximados a sus excelentes discos anteriores. Ochre recopiló en A Midsummer Nice Dream, una colección de canciones grabadas a través de varios años, y curiosamente logró uno de los discos electrónicos más coherentes que conozco. (Este año también conocí The Amateur View, de To Rococo Rot, un disco del '99, pero bastante recomendable para los fans del IDM y/o el post-rock.)
Uno de mis grupos favoritos de música electrónica (pero en el campo del dance/progressive house) es Leftfield, que se desintegró hace cinco años, después de editar sólo dos discos. Este año publicaron A Final Hit, una colección de "grandes éxitos", que vale mucho la pena porque la mitad del disco son canciones que editaron sólo como sencillos o para soundtracks (creo que todas las películas de Danny Boyle llevan un track de ellos.) Otro disco que ocupó un lugar importante en mi playlist allá por abril y mayo fue Blue Skied An' Clear, un recopilatorio del 2002 de la disquera alemana Morr Music con dos CDs, uno con covers de Slowdive y el otro una especie de muestrario de sus artistas.
Daniel Lanois editó Belladonna, su primer disco instrumental, que muchos críticos calificaron como su mejor disco hasta ahora, pero a mí no me convenció tanto, quizás porque no soy fan de las guitarras de pedal, bastante presentes en este disco. Parte de este disco se grabó en México, y de repente se dejan ver influencias en vientos mariachiosos o temas llamados "Oaxaca". Otro disco con este mismo rollo de guitarras ambientales pero con matices latinoamericanos más pronunciados que escuché muchas veces este año (vale, casi siempre mientras hacía otras cosas, particularmente aquellas que demandaran algo de concentración) fue el soundtrack de The Motorcycle Diaries, del argentino Gustavo Santaolalla, a quien yo sólo conocía por sus colaboraciones con Café Tacuba.
Antes de pasar a listar los discos que anticipaba y en mayor o menor grado resultaron decepcionantes, listo aquellos que he estado escuchando pero aún no he determinado si seguiré escuchando en el futuro; discos que no están mal, pero tampoco me parecieron sobresalientes... ¡aunque luego puedo cambiar de opinión! Hotel, de Moby; Road to Rouen, de Supergrass; Get Behind Me, Satan, de The White Stripes; I'm Wide Awake, It's Morning de Bright Eyes; Gimme Fiction, de Spoon; Z, de My Morning Jacket; y el debut de The Magic Numbers.
Hubo una buena cantidad de discos de artistas que en el pasado han sido importantes para mí, pero que este año no han estado a la altura. Playing the Angel, de Depeche Mode, que a pesar de tener un single bastante rescatable en "Precious", el resto nunca me enganchó. Con Supernature, a Goldfrapp parece habérsele apagado la flama creativa tras tan sólo dos discos, atascándose en el sonido de su segundo álbum, pero sin los hits. Röyksopp produjo The Understanding, una colección de canciones euro-pop bastante estándares (no podía creer que eran los mismos de Melody AM, que debe ser uno de los discos que más he escuchado y que sigue sin aburrirme.) Uno creería que Enya, que como relojito saca un disco cada cinco años, haría algo novedoso con tanto tiempo entre albums. Elbow y Starsailor publicaron sus terceros álbumes, Leaders of the Free World y On the Outside, respectivamente, y en ambos casos, es casi como si no los hubieran hecho; los compré sólo porque sus óperas primas me parecieron tan buenas que les sigo teniendo fe, pero cada disco subsecuente ha sido peor que el anterior, al grado que estos entran por una oreja y salen por la otra. Más triste aún es el caso de The Tears, la esperada reunión del ex-vocalista y el ex-guitarrista de Suede. He escuchado su álbum varias veces con la intención de que me guste, pero no lo he logrado, no sé si es por la producción (muy aguda, difícil de soportar de manera sostenida y ahogando las melodías) o porque me deprime un poco que a esta edad, con esta experiencia, sigan cantando acerca de los mismos temas adolescentes de hace 15 años, y encima, Brett Anderson parezca de verdad creer que lo está haciendo de manera poética cuando el resultado es tan cacfónicamente prosáico. Finalmente, el disco nuevo de Oasis... no puedo decir que me haya decepcionado, porque ya no espero mucho de ellos, pero me llamó la atención que hubo dos canciones que me parecieron bastante decentes, sólo para descubrir después que son composiciones del guitarrista recién contratado por la banda.
Como referencia, aquí van mis discos favoritos de los pasados tres años:
2004 1 Franz Ferdinand - Franz Ferdinand 2 U2 - How to Dismantle an Atomic Bomb 3 Zoé - Rocanlover 4 The Crash - Melodrama 5 Wilco - A Ghost Is Born 6 Keane - Hopes and Fears 7 Postal Service - Give Up 8 The Open - The Silent Hours 9 Ambulance - Ambulance LTD 10 Snow Patrol - The Final Straw 11 Dandy Warhols - Welcome to the Monkey House 12 Morrissey - You Are The Quarry | 2003 1 Muse - Absolution 2 White Stripes - Elephant 3 Radiohead - Hail to the Thief 4 Cerati - Siempre es Hoy 5 Goldfrapp - Black Cherry 6 The Jeevas - The Jeevas 7 The Music - The Music 8 Búnbury - Flamingos 9 Blur - Think Tank 10 Tosca - Delhi 9 | 2002 1 Flaming Lips - Yoshimi Battles The Pink Robots 2 Zoé - Zoé 3 Röyksopp - Melody A.M. 4 Doves - The Last Broadcast 5 Sigur Rós - ( ) 6 Múm - Finally We Are No One 7 Beck - Sea Change 8 Sasha - Airdrawndagger 9 Coldplay - A Rush of Blood to the Head 10 Beth Gibbons - Out of Season |
Próximo lunes, números 10 y 9 del 2005...
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